LA SINCRONICIDAD DIVINA

LA SINCRONICIDAD DIVINA

CONEXIONES DIVINAS

La sincronicidad divina a veces realiza acciones que pueden considearrse milagrosas.Si cada suceso sincrónico atenta contra las leyes del azar,hay otras que superan la naturaleza misma.

Una de estas acciones sucedió en Gallipoli,en Italia,en enero de 1910.La Madre Superiora estaba muy angustiada debido a que las deudas y la falta de dinero hacían imposible mantener a las hermanas y al creciente número de novicias.Teresa se le apareció,tranquilizándola y diciéndole que ella se encargaría de tener todo el dinero necesario.Al poco tiempo,la Superiora,al abrir un cajón,encontró una enorme cantidad de dinero,suficiente para pagar todas las deudas y seguir manteniendo el monasterio con total tranquilidad.Esta informó al obispo del hecho,que se puso a investigar deteninadamente el caso.Observando la numeración de los billetes de 50 liras se quedó consternado de que eran los mismos billetes que estaban depositados en el Banco de Italia de Messina,en Sicilia,desaparecidos en un terremoto.El Banco de Italia envió a su delegación de Messina una remesa de billetes,que en terremoto de ese años desaparecieron tras el derrumbe del edificio del Banco de Italia en Messina.¿Como pudieron llegar hasta  el cajón de un monasterio en Gallipolli,si esos billetes desaparecieron en ese terremoto? Una comisión canónica investigó aún más el asunto y corroboró la investigación del Obispo.Este milagro fue uno de los reconocidos en la beatificación de Teresa de Lisieux.

Otro caso extraordinario y hermoso en que la sincronicidad empieza a actuar cuando hay un proyecto de solidaridad le pasó al cardenal Tarsicio Tonini.Un día le telefoneó el arzobispo de Citaga,en Burundi,para pedirle ayuda en la construcción de una clínica de maternidad en esa ciudad,donde la mortalidad infantil y materna eran muy altas.Al día siguienet fue a visitar al cardenal Tonini una mujer,para entregarle el dinero de la venta de la casa de su hija,que había fallecido poco antes.El cardenal envió el dinero al arzobispo de Citaga,y un año después ya funcionaba una clínica de maternidad donde se pudo salvar la vida de muchos niños y mujeres.La Providencia de Dios conectó a una mujer italiana con una ciudad del África austral.